Arrullemos
con canciones de cuna a la memoria
y amemos esta zona devastada.
Nocturno en De la vigilia estéril. Rosario Castellanos
Un canto a la memoria
La aparición paulatina de cada mancha en las acuarelas y de cada trazo en los dibujos con colores, que se entrelazan a lo acontecido van armando el rompecabezas de una familia construida por sus mujeres. Un universo de recuerdos configura un siglo de vivencias y canta a las decisiones, los sufrimientos, las alegrías y los destinos de estas. Según Bergson, “… los recuerdos personales, exactamente localizados, y cuya serie diseñaría el curso de nuestra existencia pasada, constituyen, reunidos, la última y más larga envoltura de nuestra memoria. Esencialmente fugaces, no se materializan más que por azar…” (58) y llega el momento en que el recuerdo se inserta tanto en la percepción cotidiana que no se puede definir dónde termina la percepción y dónde comienza el recuerdo.